La justicia social como desafío.

Luis Ángel AGUILAR MONTERO

IV Congreso CCB en Europa

El IV Congreso Europeo de Comunidades Cristianas de Base (CCB) acaba de celebrarse en París, reuniendo a más de 600 participantes de la mayor parte de los países europeos. La delegación española fue la más numerosa, con 130 congresistas, seguida de las de Francia, Italia, Bélgica, Holanda, Suiza, Euskadi, Inglaterra, Portugal, Alemania e Irlanda; otras delegaciones fueron menos numerosas, como Austria, Checoslovaquia, Dinamarca, Hungría o Luxemburgo; finalmente -y de una manera simbólica- participaron delegaciones no-europeas como Filipinas, Brasil, EE.UU., Australia o Nicaragua, hasta completar la cifra de 28 países representados.

La preocupación SOCIAL EN LAS CCB

Ya desde la preparación que el encuentro ha tenido, tanto en el estudio de los 14 subtemas llevado a cabo en los diferentes países, como en las reuniones del COMITÉ DE COORDINACIÓN EUROPEA que se celebraban dos veces por año, para preparar este congreso, el punto de partida -y lema del mismo- ha sido la preocupación social como desafío en una Europa que previsiblemente va a disparar los desequilibrios de cara al 92, a pesar de la magnificación de sus logros y expectativas económicas.

No en vano, las CCB se encuentran comprometidas en numerosas empresas de acción social, de solidaridad, de defensa de los derechos humanos o de lucha en contra de las exclusiones y marginaciones, y necesitan espacios como éste para compartir sus experiencias y reflexiones a la luz de su fe.

DESARROLLO DEL CONGRESO

Los participantes de este encuentro han podido vivir distintos momentos; al principio en el Palacio de la «Mutualité» -tras las variopintas y particulares presentaciones de cada país- fue un momento de escucha en el que intervinieron tres personalidades para centrar el tema de la Justicia Social desde Europa, desde el Tercer Mundo y desde la relación con las Iglesias.

Ulrich Duchrow, teólogo protestante alemán, profesor de la Universidad de Heidelberg, se centró en las relaciones entre las Iglesias y Europa. Ma Cristine Aulas, diputada de Los Verdes en el Parlamento Europeo, evocó la actualidad del tema a partir de las implicaciones europeas en la guerra del Golfo. Ed. de la Torre, sacerdote filipino, puso la voz del Sur al analizar las relaciones de Europa con el Tercer Mundo.

En segundo lugar, hubo momentos de intercambio a través de los distintos «carrefours» (grupos) que se centraron en los 14 subtemas estudiados previamente en las CCB y que permitían a sus miembros -en grupos de unos 20 y con la ayuda del animador- poner en común sus análisis y experiencias.

Hubo también momentos de fiesta y diversión, y así desde las rutas turísticas que se ofrecieron a los congresistas (todos los guías eran miembros de las comunidades de París), hasta un baile amenizado para todos, pasando por cantos, danzas típicas y juegos diversos que se prepararon por cada país para la fiesta, fueron las manifestaciones lúdicas que se celebraron.

Y como no podía ser de otra forma, también hubo unos momentos de celebración. De ellos destacó el acto ecuménico celebrado en Nótre Dame, en el que a través de una gran cantidad de signos y de lo que se dio en llamar la «cacofonía de las llamadas» (textos en distintas lenguas, repetidos en bucle como si de un canon se tratase), se intentó llegar a las actitudes de escucha que necesitamos tener para oír «el grito de lo insoportable» o llamadas de los que sufren y que nos piden respuesta. Cantos y lecturas en todas las lenguas, así como la escucha del Evangelio y del Midrash, hicieron a todos reflexionar sobre los 10 testimonios de esperanza que se presentaron.

CONCLUSIONES

En el terreno de las conclusiones, y puesto que sería inacabable referirnos a los 14 subtemas tratados, hemos recogido -a modo de síntesis- aquellas en las que se daban mayores convergencias:

  • La conciencia clara y rotunda de que el Evangelio nos llama a posicionarnos al lado de los excluidos y marginados. En esta tarea es preciso unirse a cuantos grupos pretendan los mismos fines; se mencionó expresamente la iniciativa del KAIROS-Europa.
  • La exigencia del compartir debe ser prioritaria, tanto en el interior de las comunidades como en la sociedad (3º y 4º Mundos).
  • La apertura de Europa al Tercer Mundo es cada día más necesaria. El tema general más señalado fue el de la dominación del primer mundo respecto al 3º y la dependencia de éstos respecto a los primeros. Como metodología se señalaba el apoyo total pero externo, para dejar a cada pueblo su propio protagonismo.

Los jóvenes, desde un espíritu crítico se comprometieron a reflexionar en profundidad sobre el Servicio Militar y el espíritu militarista, el armamento y la venta de armas de los Estados, las relaciones de dominación y dependencia Norte/Sur, el expolio del Tercer Mundo y la destrucción de la Naturaleza.

El tema del ecologismo es también tarea de los cristianos y por tanto optamos por un modo de vida que no destruya el sistema.

La voluntad de suscitar, tanto en las Comunidades como en las Iglesias, un modo de funcionamiento democrático, basado en la igualdad de los sexos y en el reparto de responsabilidades.

La emigración forzosa (versus inmigración o refugiados) como pecado colectivo, seguirá existiendo mientras no se establezcan unas relaciones de justicia, solidaridad e igualdad entre los pueblos.

DESENMASCARAR EL QUINTO CENTENARIO

Finalmente, y como telón de fondo de este encuentro, ha existido un sentir generalizado en las distintas delegaciones -mucho más fuerte en el caso de los españoles por su mayor implicación-, en torno al eufemismo de los 500 años del «Descubrimiento de América» que encubre el genocidio y sometimiento de los pueblos indígenas así como el expolio y rapiña de sus recursos.

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