Comunidades Cristianas Populares
Nacimos de un dolor y una utopía.
Dolor de ver la situación desesperada de todo un Continente empobrecido e ignorado. Dolor por la muerte injusta y prematura de muchos. Dolor por unas vidas cuyo esfuerzo está únicamente dedicado a sobrevivir. Dolor de tantas explicaciones sin sentido ante hechos sangrantes, de tanta sonrisa resignada, de tanta enfermedad y hambre, de tantos valores no reconocidos, de tanta llamada de socorro desoída; dolor por el despilfarro del pequeño círculo del Primer Mundo a expensas de la miseria y muerte de los países del hemisferio sur.
Ante esta situación, la utopía se introdujo en nosotros sin que la buscáramos, comunicándonos una audacia fuera de toda cordura. África Central… el Zaire… constituyen una amplísima zona del planeta. ¿Qué podíamos hacer para solidarizarnos con situaciones tan inhumanas? ¿Cómo caminar hacia una transformación de las mismas y con qué medios?
La utopía y la esperanza caminan de la mano. Sentimos la firme convicción de que las acciones pequeñas de David pueden socavar las políticas económicas y sociales, poderosas y bien ideadas de Goliat. Hemos vivido la experiencia de que el Reino de Dios se va haciendo en el día a día de la acción solidaria, grano de mostaza oculto que crece hasta convertirse en árbol frondoso. Enfocado así, no nos quedaba más que empezar a andar. “Aún el viaje más largo comienza por un primer paso”, dice un proverbio africano.
Mirando la realidad que nos rodea, vimos que, ante todo, había que vencer el olvido, la indiferencia y la desinformación sobre este gran Continente, proclamando que AFRICA EXISTE. Para ello, empezamos la publicación del Boletín de Información que nos va poniendo al corriente de los acontecimientos económicos, políticos y sociales
, principalmente del Zaire.
La Iglesia de Base, la Coordinadora Estatal de Comunidades Populares, el Comité Oscar Romero han respondido abriendo sus puertas a la solidaridad con tantos hermanos ignorados. Conocer esta solidaridad asombra a los zaireños, que no habían experimentado nada semejante en su historia y que, sabiéndose acompañados, sienten el ánimo necesario para enfrentarse con las dificultades de la tarea de democratización en la que están comprometidos.
Además del Boletín, hemos apoyado las campañas de Amnistía Internacional contra la tortura y la pena de muerte en el Zaire; la lucha por una justicia imparcial y la protesta por la desaparición de militares disidentes, reclamando, al mismo tiempo, su búsqueda. Hemos dado a conocer los graves perjuicios que Nestlé está provocando en la salud de los pueblos africanos con el envío masivo de leche en polvo para los bebés, e invitando a todos a sumarse al boicot a Nescafé. Hemos hecho algunas cosas más…, pero es imposible mencionarlo todo.
Ahora tenemos el proyecto de abrirnos a las realidades de otros países, como Camerún y Guinea Ecuatorial, con situaciones distintas a las del Zaire, pero con el denominador común que caracteriza al Tercer Mundo. Queremos también entrar en comunicación con otros Comités de Solidaridad con África existentes en Europa, por eso de que la unión hace la fuerza. Poco a poco se nos abren nuevos horizontes, que iremos recorriendo en la medida de nuestras fuerzas.
El reto al que queremos responder es importante: concienciar aquí, caminar codo con codo. Somos solo 25, repartidos en los Comités de Vitoria, Cáceres y Madrid. Desearíamos que surgieran otros grupos hasta cubrir toda la “piel de toro”. La invitación está hecha:
¿QUIÉN QUIERE SUMARSE A NUESTRO GRAN VIAJE DE SOLIDARIDAD?
Comité de Solidaridad con el Zaire y África