Año 2022: Los cuidados, al servicio de la vida.
Cuidar es un principio ético. El cuidado nos hace plenamente humanos y miembros conscientes de la Naturaleza, porque nos pone al servicio de la vida. Los diferentes tipos de cuidado son los que mantienen la vida en cualquiera de sus formas: cuando somos niños, cuando somos débiles, cuando estamos solos, cuando enfermamos, cuando somos mayores, cuando no nos valemos por nosotros mismos; y también cuando la Naturaleza corre peligro, cuando se la trata irresponsablemente, cuando es contemplada con indiferencia o como algo que está por debajo del ser humano.
Cuidar es un estado del espíritu, es un modo de decir “te quiero”, es un modo de “ser yo para que tú seas”. La ética del cuidado es la ética de la interdependencia, la antítesis de la falta de ética que hay en la violencia, en la crueldad, en el destrozo de la vida. Cuidarse a uno mismo, cuidar a otros, cuidar la Tierra es una prioridad, y más en una sociedad tan individualista como la que tenemos, en la que el descuido del cuidado es lo habitual.
Cuidar es cosa de todos, no sólo de mujeres, aunque gracias a ellas –la mayoría, maestras del cuidado- ha sido posible la conservación de la vida y la atención a lo débil, a lo delicado, a lo que estaba a punto de romperse o de morir. Cuidar también es cosa de varones, y si muchos de éstos piensan que no saben hacerlo,… que lo aprendan. “Mañana es ahora” (utilizando el título de un libro de Eleanora Roosevelt): lo que hacemos ahora por el cuidado es lo que encontraremos mañana.
“Dime cómo cuidas y te diré quién eres”. O en el ámbito político: “Dime cómo cuidas a los ciudadanos y cómo cuidas la Naturaleza, y te diré qué buscas y para quién legislas o gobiernas”. El cuidado es de personas a personas y de personas a la Tierra: nos cuidamos, cuidamos la Tierra y ella nos cuida. La pandemia de la Covid-19 nos ha dado un severo toque de atención sobre la importancia y la necesidad del cuidado. ¿Es necesario sufrir más para que se nos abran los ojos sobre el valor del cuidado?
La falta de cuidado afecta negativamente a la salud física y mental. Por el contrario, los cuidados, al servicio de la vida, tranquilizan, equilibran, dan seguridad. Quien sabe cuidar sabe también, por eso mismo, respetar, prestar atención, mirar con interés, escuchar, proteger, dedicar tiempo, consolar, conmoverse, tocar con cariño, dar paz.
Precisamente por el papel que desempeñan los cuidados en el servicio de la vida, Utopía va a dedicar una gran parte de las reflexiones del año 2022 al tema del cuidado, concretándolas en cuatro áreas que corresponderán a los cuatro números del año, del 121 al 124:
- el cuidado de las personas que no cuentan,
- el cuidado de las diferencias,
- el cuidado del planeta, y
- espiritualidad y ética del cuidado.
Las tres ediciones del número 121 estarán dedicadas a las personas que no cuentan, las dejadas en la cuneta de la vida: mayores, migrantes, enfermos mentales, pobres, habitantes de pequeños pueblos, desahuciados,… todos los que necesitan más cuidado por ser más frágiles.
2 comentarios
Es una temática que responde a la actual coyuntura que vive la humanidad y una de los grandes desafíos que debemos convertirlo en habito en los actuales momentos para con los demás y para con todo lo que nos rodea.
Gracias, Utopia, por dar este espacio de reflexion a un tema tan clave en la conversion de nuestras actitudes a la construccion de una nueva etapa de evangelizacion. Cristo cuidaba y cuida.