Colaboración: Si la religión no es libertad, entonces no es religión

Pablo Pedraza

Libertad en una jaula

Pensemos en un pájaro. El pájaro tiene la capacidad de volar. El pájaro vuela. Pensemos por dónde vuela un pájaro, en el espacio físico donde desarrolla esa actividad. Seguramente lo primero que se nos viene a la cabeza es, bueno, el aire, el espacio aéreo, el cielo, fuera de jaulas. Pero un pájaro también puede volar dentro de una jaula. La jaula puede ser más o menos grande, pero puede volar dentro de ella. Puede ser una jaula de tamaño medio (la que hay en muchas casas), puede ser una jaula más pequeñita, una jaula enanísima, e incluso, echándole muchísima imaginación, puede ser una jaula con un diámetro de 1 km y una altura de 3 km, en el caso de que fuese una jaula con base circular.

La verdadera libertad del pájaro

¿Dónde preferís que vuele el pájaro: en el aire, en la jaula estándar, en la jaula pequeña, en la enanísima o en la jaula enorme kilométrica? Cada uno puede tener distintas opiniones, algunos dirán que el cielo, otros que en la jaula normal porque así puede volar y tenerlo a la vista para darle de comer y cuidarlo, otros preferirán en la kilométrica para dar mucho más espacio de vuelo pero que no se escape, y así con todas las variantes de jaulas que se os ocurran. Pero ahora introduzcamos el concepto de ‘libertad’, ¿dónde será más libre el pájaro? Seguramente todo el mundo acepte que el pájaro es MÁS libre cuando vuela en el aire, sin jaulas. Aunque, hago otra pregunta: ¿dónde creéis que el pájaro es VERDADERAMENTE libre? Ya no es si más o menos libre, sino dónde es únicamente libre. Yo opino que cuando vuela por el cielo.

Religión y jaula

Ahora bien, hagamos un cambio: el pájaro somos nosotros, la capacidad de volar es nuestra fe y nuestras creencias, y el cielo o la jaula (en todos sus tipos) la religión (la de cada uno). ¿En qué religión queremos reposar y afirmar nuestra fe: en la que puede ser el cielo o la que puede ser la jaula? Atención, por si hay algún despiste, cuando digo “qué religión” no estoy preguntando en cuál de todas las que existe, sino en la de cada uno, si eres cristiano, en el cristianismo, si eres judío, judaísmo, y así en todas. Es decir, qué clase de religión queremos.

Espero, y creo, que todos queramos creer en una religión que nos haga ser verdaderamente libre, es lo idóneo. Profesamos esa fe porque, primero, somos libres de elegir si creer o no y, segundo, porque pensamos que esa religión nos hará un poquito más libre.

¿La religión nos hace libres?

Aunque yo, personalmente, le doy a esto bastantes vueltas, me “como” mucho la cabeza. ¿Cómo de libre puede ser una religión? ¿La religión nos hace verdaderamente ser libres o nos hace querer pensar que lo somos si aceptamos sus normas y lo establecido en ella? Considero que si una religión te dice qué debes ser y cómo debes ser, no es que seas muy libre. Una religión no nos hace libres si nos dice a quién debemos amar y a quién no, qué personas entran en esa religión y quién no, cómo debemos vestirnos, cuál tiene que ser nuestra sexualidad o quién puede ocupar ciertos papeles en la institución religiosa por el sexo que tenga. En definitiva, si la religión ejerce opresión, no existe la libertad.

Pero yo tengo un pensamiento esperanzador, yo creo que la religión sí te hace libre (si decides voluntariamente creer). Te tiene que hacer sentir libre de odio, de envidia, de querer poder, de querer oprimir a los demás; te tiene que hacer sentir capaz de romper las cadenas y de querer cambiar al mundo a mejor, a un mundo donde reine la justicia social. Eso es la libertad. Y si la religión no te hace libre ni te hace sentir esa libertad, entonces no es religión.

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