Benedicto XVI aclara que él no es autor del libro en el que aparece como coautor con el cardenal Sarah y en el que se enfrenta al papa.
Publicamos este comunicado de Juan Cejudo, miembro de MOCEOP y de Comunidades Cristianas
El secretario particular del papa emérito Benedicto XVI, ante el escándalo que ha producido en todo el mundo el libro en el que él aparece como coautor, junto al cardenal Sarah, muy crítico con el Papa Francisco, ha difundido, por orden del propio Benedicto XVI, la siguiente nota de prensa:
“Puedo confirmar que esta mañana, por indicación del Papa emérito, he pedido al cardenal Robert Sarah que se ponga en contacto con los editores del libro y les pida que retiren el nombre de Benedicto XVI como coautor del libro mismo, y también que retiren su firma de la introducción y las conclusiones”.
“El Papa emérito, de hecho, sabía que el cardenal estaba preparando un libro -añadió Gänswein – y había enviado un breve texto suyo sobre el sacerdocio autorizándole a usarlo como él deseara. Pero no había aprobado ningún proyecto para un libro de doble firma ni había visto ni autorizado la portada. Fue un malentendido, sin cuestionar la buena fe del cardenal Sarah”.
Estas importantes aclaraciones rectificadoras de Benedicto XVI confirman mis impresiones y las de muchos teólogos y periodistas: el cardenal Sarah y otros cardenales enfrentados a Francisco (Muller, Burke, Rouco…) llevan tiempo intentando acercarse al papa emérito para llevarlo a su terreno y unirlo al grupo de cardenales y obispos que se enfrentan públicamente a Francisco.
Creo que Benedicto se ha dejado llevar por ellos, provocando un gran escándalo en la iglesia universal y en la sociedad en general, pues la imagen que da es la de un ex-papa enfrentado al Papa en un tema importante, pero no de índole dogmática, como es poder ordenar hombres casados en determinadas circunstancias (como ha sido el caso del Sínodo de la Amazonía, que lo ha aprobado para regiones donde los fieles no pueden participar de la eucaristía durante muchos meses por falta de sacerdotes).
Ya
sabemos todos que el primer papa era casado, que sus apóstoles estaban casados
y que esta fue la norma de la Iglesia durante más de 12 siglos. La
Iglesia Católica Oriental sigue manteniendo en la actualidad esta costumbre de
la Iglesia de los primeros siglos manteniendo el sacerdocio casado para sus
ministros y la Iglesia Católica no tiene problema en admitir en su seno a
sacerdotes anglicanos casados como hizo el mismo Benedicto XVI.
Hay, hace tiempo, una gran trama contra el Papa actual, que pretende actuar con
criterios evangélicos, abierto al Mundo y no, como este grupo opositor
pretende, para seguir haciendo una defensa numantina de normas y leyes que ya
no tienen sentido alguno. Ellos pretenden seguir manteniendo sus privilegios y
su poder.
Esta polémica ha reforzado aún
más al Papa Francisco. Pero se hace urgente y necesario regular la
situación de los papas eméritos en la Iglesia, porque no pueden seguir viviendo
en el Vaticano mientras se enfrentan al papa. El domicilio de los papas
eméritos no debería estar en el Vaticano.