Las Comunidades Cristianas Populares de Andalucía contra la Ley Wert y la asignatura de religión en los centros públicos y concertados
Las Comunidades Cristianas Populares de Andalucía rechazamos la nueva ley de educación y especialmente el sentido que recobra la “asignatura de religión” porque nos retrotrae a tiempos pasados, donde el carácterideológico, catequético y de adoctrinamiento se impone frente al estudio del “hecho religioso” como un elemento más de la cultura en la que vivimos. Desde esta concepción, la asignatura de religión debería quedar fuera del curriculum de los centros públicos y concertados, y como tal, relegada al espacio propio de cada comunidad religiosa.
Denunciamos que dicha asignatura sea financiada al 100% con fondos públicos, y que el profesorado sea nombrado y controlado por los obispos.
Exigimos que cese esta connivencia entre el poder político y la Conferencia Episcopal, preocupada en mantener un concordato de corte preconstitucional, que le reporta importantes privilegios, más que en vivir de acuerdo con los valores de Jesús. Por eso, pedimos una vez más la derogación de los acuerdos Iglesia-Estado, fundamento de unas relaciones que debieran estar basadas en los principios de la no confesionalidad y laicidad del mismo, como pregona nuestra Constitución.
No compartimos las declaraciones de los obispos andaluces en su nota del día 22 de mayo donde critican los recortes en la educación concertada en Andalucía y la eliminación de unidades, donde en algunos casos se discrimina por motivos de sexo, mientras estos mismos obispos y sus compañeros en la Conferencia Episcopal callan ante los brutales recortes del gobierno central en materia educativa y en otras partidas sociales, sanidad, dependencia, etc.
Las diferentes comunidades religiosas –incluida la católica– deben utilizar sus propios medios y recursos para la transmisión de la fe. La escuela pública y concertada debe ser el espacio para compartir, convivir y entender “los diferentes hechos culturales, históricos, sociales, científicos, filosóficos… y también religiosos, desde una cosmovisión inclusiva”. Este es el sentido de una sana “laicidad” que compartimos muchos cristianos y cristianas.
Exigimos cuanto antes una ley de educación consensuada por toda la ciudadanía, que nos evite estar reformando cada cuatro años, con las nefastas consecuencias para nuestros niños y jóvenes. Y nos unimos a todos aquellos que, de modo multitudinario, estos días están expresando su rechazo a esta ley: las mareas verdes formadas por profesores, madres y padres, alumnado de múltiple diversidad social, política y ciudadana.
Comunidades Cristianas Populares de Andalucía