Las Comunidades Cristianas de Base de la región de Murcia hemos celebrado unas jornadas de reflexión sobre “Espiritualidad y liberación socio-económica y política”, tras las cuales queremos expresar y compartir el siguiente MANIFIESTO:
*Nos sentimos llamados a vivir la espiritualidad como una dimensión humana desde la profundidad del ser, como aliento, desde el centro de la vida y en relación con todo lo que existe. Que nos aporte un nuevo talante abierto, fraterno y solidario con el que afrontar todo lo real que nos acontece.
*Somos conscientes de las situaciones de injusticia, pobreza y desigualdad que se dan en la humanidad como consecuencia de un sistema económico neoliberal que da lugar a una sociedad fragmentada, desigual, materialista y competitiva. Analizamos la realidad discerniendo críticamente toda información que ayude a construir una sociedad más justa. Porque nos conmueve y nos indigna el dolor y el sufrimiento injusto y evitable de tantos hermanos nuestros (Afganistán, Haití, Ceuta, inmigrantes ahogados….) denunciamos activamente esas realidades.
*Queremos comprometernos con opciones políticas liberadoras que pongan en el centro el cuidado de la vida de todo lo que existe; en igualdad y en armonía de todos los ámbitos. Hacemos nuestra la invitación del papa Francisco a promover la “amistad social”, que se recoge en la encíclica Fratelli Tutti, como una nueva exigencia.
*Buscamos despertar la conciencia para caminar hacia un mundo más humano, generando vínculos y alianzas. Creemos que son necesarios cambios que vayan a la raíz de los hechos y situaciones. Reducir nuestros niveles de consumo y deconstruir algunas de nuestras convicciones caducas y erróneas.
*Necesitamos una gobernanza mundial basada en el bien común, la igualdad, la educación en el respeto y el diálogo, la ciencia, la sabiduría, la moderación y la paz En definitiva somos relación amorosa, y desde ahí hemos de construir vida y relaciones humanas.
*Nos preocupa el nivel de deterioro del planeta que se manifiesta en el cambio climático, pérdida de biodiversidad, desertificación, escasez de agua…. Lo que puede ocasionar destrucción e impedir la vida de todos los seres. Su defensa y recuperación ha de ser una tarea prioritaria.
*Sabemos que nada de esto es fácil, pero estamos convencidos de que la sanación del género humano es posible; hay que dejar emerger las potencialidades y ver las crisis como oportunidad para el cambio.
*Ponemos en valor lo sencillo, lo pequeño, lo cercano, la práctica del bien ejercido en nuestro entorno, la realización de actividades que desde la modestia y de acuerdo con nuestras posibilidades, puedan mejorar la vida y ser germen de otras actuaciones.
*Tenemos como referente en nuestro caminar a Jesús de Nazaret. Su seguimiento es lo que nos mueve; su experiencia de vida. Supo tomar conciencia de la realidad en que vivió denunciando y reivindicando la justicia. Así mismo nos marcó el camino de la felicidad a través de las bienaventuranzas. También nos sirve de estímulo el testimonio de muchas personas que dedican su vida a mejorar la vida de los demás.
*Optamos por defender y mantener una esperanza auténtica, activa, comprometida. Por seguir con ilusión trabajando por un mundo mejor y posible.
Murcia, agosto de 2021