DISTINTAS RELIGIONES Y UN SOLO DIOS

RESUMEN DE LOS GRUPOS DE TRABAJO DE VI ASAMBLEA DE IGLESIA DE BASE DE MADRID.

 ¿Qué presupuestos doctrinales habría que cambiar para pasar del anatema  al diálogo?

Todo diálogo debe basarse en la realidad, en la experiencia religiosa de cada grupo. El diálogo debe realizarse entre las bases, no entre la jerarquia.

Aunque pensamos que hemos superado lo doctrinal, nos sigue afectando más de lo que pensamos. Al abrirnos a los demás tenemos que dejar muchas cosas, perder el miedo.

Dios está en todas las religiones, nadie lo ha visto y no debemos creer que nuestra verdad es la única, tenemos que buscar lo común y no lo que nos diferencia, respetándonos en igualdad y aprovechando la frescura de cada mensaje. En una Iglesia católica, donde «fuera de la Iglesia no hay salvación» y es «una, santa, católica y apostólica», habría que cambiar los conceptos para ponernos en situación de dialogar: UNA, dentro de la pluralidad; SANTA, en medio de pecadores; CATOLICA, universal y local y APOSTOLICA, más cercana a la base. Habría que revisar los fundamentos de la Iglesia, en línea con el Vaticano 11.

Hay que tener en cuenta que los intereses políticos y de la jerarquía han ido acumulando capas en la visión del hombre con relación a lo divino para su provecho.

No es necesario que las religiones renuncien a sus fundamentos por acercarse a otras, sino que deben profundizar más en el descubrimiento de lo trascendente que las acerca, sin dejar de respetarse.

El diálogo debe basarse en el compromiso para cambiar el mundo, la lucha por la injusticia, por la solidaridad, el compromiso de las bases, la convivencia, la tolerancia, el trabajo en común, etc. El acercamiento a los pobres implica ecumenismo y facilita cl diálogo entre las distintas posiciones.

La búsqueda de lo común no debe hacernos caer en el sincretismo. Hay que admitir la diversidad cultural como algo constitutivo del hombre y, por tanto, todo diálogo debe pretender el intercambio.

Criterios que deberían guiar nuestra colaboración en el diálogo ínterreligioso

Acercarnos a otras religiones en igualdad, amor y respeto, por encima de las doctrinas, cuyo fin no sea conquistar ni convertir a nadie, lo que redundará en un enriquecimiento mutuo. La experiencia religiosa evoluciona comunitariamente. Hans Küng dice que todas las religiones podrían coincidir en la afirmación de que «lo que no quieras para ti, no lo quieras para los demás».

Cualquier diálogo debe tener como referencia el laicismo en la sociedad, enriqueciéndose de la multiculturalidad y renunciando a imponer criterios morales, sin permitir que los estados controlen la independencia que deben tener las religiones.

Un criterio básico podría ser la Carta de los Derechos Humanos, que defiende la dignidad del ser humano, apoyando a los desfavorecidos y haciendo causa común contra el neoliberalismo, por encima de las religiones,

El diálogo tiene que hacerse partiendo de los orígenes, lo anterior a la doctrina, con humildad, quitando etiquetas previas y buscando objetivos comunes que nos unan (tales como la paz el tercer mundo, la ecología, el compromiso con  la justicia, la igualdad de género, etc.).

Es imprescindible entablar el diálogo entre las religiones contando con que la verdad se construye entre todos evitando la intolerancia y el dogmatismo.

La experiencia mística es común a todas las religiones. Hay que tener una actitud abierta a la diversidad. No hay que temer las diferencias. Son enriquecedoras.

Hay que pensar que en otras religiones, al igual que en la nuestra, hay grupos que no tienen interés en acercarse a otras confesiones, por lo que tenemos que buscar otros grupos de encuentro.

Aplicaciones prácticas que podríamos acometer en nuestras Comunidades

Preocuparnos por conocer todas las religiones, incluyendo la nuestra, para poder descubrir lo común y lo particular de cada una de ellas.

Organizar, por parte de Iglesia de Base y de las Comunidades, charlas y encuentros divulgativos.

Compartir los avances conseguidos por la plataforma interreligiosa, apoyando y participando en el proyecto.

Trabajar en las Comunidades los problemas sociales que conducen a conflictos de exclusión, racismo, pobreza, otras culturas, etc.) para poder después acercarnos a esos colectivos a nivel religioso.

Acercarnos, no sólo a nivel comunitario, sino a nivel personal, a hermanos de otras religiones.

Impulsar frecuentes celebraciones con otras religiones.

Intervenir en conversaciones de nuestro entorno cuando se habla de forma peyorativa sobre una religión o cultura, ofreciendo una postura positiva de la misma.

Favorecer situaciones integradoras, fundamentalmente en centros educativos, centros, de barrio, centros culturales, etc., creando ámbitos de convivencia, participando como ciudadanos, antes que como cristianos.

Que Iglesia de Base pida al Parlamento de las Religiones que haga una declaración pública y unitaria a favor de un mundo distinto, donde los pobres tengan protagonismo. Apoyar la «semana  de diálogo ecuménico cristiano» que se celebra cada año a finales de Enero.

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