Antonio Zugasti
“El ECOE es un tinglado que nació en la Delegación de Catequesis de Vallecas. Me nombraron delegado de catequesis en Vallecas hace ya un montón de años, y, entonces, pensamos que la mejor manera de que la delegación funcionase, es decir, de que conectase con la gente, era ofrecerles material. Y empezamos a hacer algunos montajes de diapositivas”.
Así recuerda Martín Valmaseda los remotos orígenes del ECOE. Corrían los primeros años setenta, Alberto Iniesta era el obispo de Vallecas, y el espíritu del Vaticano II todavía bullía en la Iglesia. Los montajes de diapositivas que salen de la factoría vallecana, algunos tan emblemáticos como “La Isla”, se difunden ampliamente y sirven de soporte a una pedagogía liberadora.
Pero los tiempos cambian rápidamente. Evoluciona la Iglesia y, desgraciadamente, no a mejor ni mucho menos. De tal manera que a mediados de los ochenta se ve la conveniencia de constituir una asociación civil sin ánimo de lucro e independiente de la Jerarquía, el Equipo de Comunicación Educativa, ECOE. Su propósito fundacional es educar y concienciar en valores solidarios y democráticos, sin abandonar la difusión de un cristianismo liberador.
También evoluciona a gran velocidad la técnica audiovisual, se pasa de los montajes de diapositivas al video, y en unos cuantos años este formato queda anticuado y es necesario pasar al DVD, para el que ya se anuncian sucesores. Este vertiginoso ritmo de la tecnología, y su repercusión en la sociedad, aconsejan un nuevo cambio: el ECOE se desmaterializa, pasa al hiperespacio. Desaparece como entidad jurídica, con un local concreto y una producción en soporte material, palpable, y sube todos sus trabajos a Internet. Lanza una nueva página web: asociacionecoe.org, donde se encuentran en formato digital todas las producciones del ECOE, para que cualquiera puede verlas y descargarlas libremente.
Dispone de un completo índice donde podéis encontrar desde los primeros vídeos hasta lo último producido, una trilogía que trata de incidir en aspectos esenciales de la fe cristiana para el mundo de hoy. Muchos de estos trabajos están superados por la perfección técnica de las modernas producciones audiovisuales, pero su mensaje sigue teniendo plena validez. Son una llamada, hecha imagen, a la conciencia de nuestra sociedad tan necesitada de voces de aliento.