Desde MOCEOP (Movimiento por el celibato opcional) queremos compartir nuestra felicitación navideña con una reflexión sobre el verdadero sentido que tiene la Navidad para nosotros y sobre la situación social de España al día de hoy.
Hoy la Navidad se vive de forma superficial, folklórica y comercial, ya que nos inunda por todas partes en estas fechas un consumo desenfrenado y compulsivo, con abundancia de comidas, música y alcohol y con un despilfarro de gasto público en luces y adornos por parte de ayuntamientos, que compiten entre sí en lograr el record de millones de bombillas. Para los creyentes, es importante ir más allá de un Niño Jesús sonrosado y sin mensaje.
Así las cosas, la Navidad se utiliza para olvidarse de la vida real y de los sufrimientos de los colectivos más desfavorecidos, de los que Jesús se preocupó y que hoy son los inmigrantes, los refugiados, los perseguidos, los presos, las personas sin techo, los ancianos que viven en soledad, los pensionistas que malviven con pensiones de miseria, los amenazados por desahucios, los marginados de toda clase y condición…en todas partes del Mundo: en los países pobres y también en los prósperos países del llamado primer Mundo.
El significado original de la Navidad cristiana es un mensaje de liberación, de buena noticia para el pueblo y de “paz a todos los hombres de buena voluntad”. Es la contemplación del misterio de un Dios que en Jesús de Nazaret se hace uno más como nosotros, naciendo pobre fuera de su pueblo de origen, viviendo pobre. El nacimiento de Jesús fue el comienzo de una concepción de la vida distinta de la que se llevaba en aquellos tiempos. Jesús propone actitudes de acogida, misericordia y compasión con los que más sufren. De hecho Él siempre estuvo cerca de publicanos, prostitutas, enfermos, mujeres y de multitudes de pobres dispuesto a ayudarles y aliviarles en su sufrimiento.
Navidad es vivir el sentido de esperanza de que sea posible construir un mundo distinto al actual, que está dominado por el poder del imperio del dinero y de construir una sociedad distinta, más igualitaria, más libre, más fraterna sabiendo que podemos luchar todos unidos para conseguirlo, con esa convicción.
Sabemos que hoy el mundo lo manejan las grandes corporaciones y organismos mundiales al servicio del capital y del dinero: FMI, OCDE, Banco Mundial, Banco Central Europeo, OCDE. Con mayor o menor conciencia, ellos son los principales responsables de esa “economía que mata”, en palabras de Francisco.
El mensaje de Jesús propone una sociedad basada en la fraternidad, una sociedad distinta, más igualitaria, más libre. Todos unidos debemos empujar para conseguirlo; pero necesitamos creerlo contra toda desesperanza y pesimismo.
No podemos entender ciertos mensajes de algunos colectivos sociales y políticos que niegan la emergencia climática, la violencia de género, la escandalosa desigualdad entre ricos y pobres y que mantienen actitudes y políticas con discursos llenos de odio, de xenofobia, de racismo y de discriminación con determinados colectivos y personas. Esas posturas no son cristianas. Son lo más opuesto al mensaje de Jesús, lo más opuesto a la Navidad y muy tóxicas para la vida en sociedad.
Tampoco podemos entender la coincidencia y connivencia muchas veces de algunos sectores de la jerarquía católica con significados dirigentes de estos sectores políticos y económicos que provocan los desahucios, los bajos salarios, el rechazo a los inmigrantes, y las diferentes fobias hacia los que son diferentes: musulmanes, gais o lesbianas, pobres y marginados, menores inmigrantes no acompañados, personas sin techo etc.
Fomentemos el verdadero sentido de la Navidad que Jesús nos trae con su mensaje de paz, de igualdad, de sencillez y austeridad, de fraternidad, de libertad y de amor universal para todos sin excepción.
Con estos sentimientos os deseamos a todos una verdadera y feliz Navidad
MOCEOP
10 de Diciembre de 2019