LA BUENA NOTICIA EN EL PRESO TIENE NOMBRE DE LIBERTAD

Emiliano de Tapia

 “Desde un punto de vista social, pero sobre todo cristiano, las cárceles deberían convertirse en escuelas y talleres de libertad, lugares donde ella se aprende y ensaya.”57 Vivir 4

Ninguna mejor buena noticia para la persona presa que su ámbito de vida pudiera desarrollarse según esta afirmación apuntada por Javier Pikaza, en el libro Dios preso.

“Una de las mejores sensaciones que he vivido en el tiempo de cárcel ha sido la que sentí cuando pude disfrutar de mi primer permiso ordinario. Cuando esto sucede, sabes que es la puerta para tenerlo todo a tu favor, y entrar en condicional”. Así recoge Abderramán la Primera Buena Noticia de muchos años en prisión.

Junto a esta afirmación y este testimonio, una carta, que ha llegado a mis manos hace poco tiempo de una persona expresa, y que recoge el número 25 del Boletín de la Asociación Prisión y Sociedad “Ramón de la Sagra”, me da pié para ir dando nombre concreto a la máxima aspiración de una persona presa: la libertad.

La concreción de la gran Buena Noticia de la libertad tiene nombre de realidades concretas que la facilitan, de pequeñas buenas noticias que acercan a la primera.

Así, recoge algunos trozos de la carta: “Estoy bien en libertad en mi tierra. Por fin, encontramos un piso pequeño, pero para los dos está muy bien y nos han ayudado hacer un contrato por un año…

Mi compañero trabaja en la construcción y yo hago algunas limpiezas, así podemos salir adelante. Tenemos además una perra y sus perritos con los que salgo, y me hacen compañía, pues me paso ratos sola…

A pesar de que nos privamos de caprichos, andamos bastante justos. Nos ayuda la familia y, como ven que hemos cambiado de vida y poco a poco estamos consiguiendo más de lo que ellos pensaban, haber dejado toda la “mierda” (perdón por la palabra), se nos abren puertas. Así pensamos seguir luchando y salir adelante.

En noviembre fui al cementerio y llevé unas flores a mis padres. Me llevé un gran berrinche, pero al mismo tiempo estaba orgullosa de llevarles algo, porque antes sólo pensaba en mí.57 Vivir 5

Mi prima, que está en una Asociación de Madres contra la Droga, me ha regalado una participación de lotería para Navidad y la envió para que dé suerte y  toque algo, qué bien vendría a todos.

Y recuerdos…”

“Libertad en mi tierra”. Quizá la misma sociedad, quizá la forma de ser, quizá, quién sabe, las circunstancias les sacaron dolorosamente de su tierra, para que, después de tanto tiempo perdido, vuelva a reconstruir su vida, como de manera novedosa, vuelva a encontrar el sentido de su libertad, devolver a la sociedad lo que le quitó o quizá arrancarle aquello que nunca pudo tener.

“Por fin encontramos un piso”. Es el pequeño espacio de la intimidad de dos, del crecimiento, del reposo, de la primera experiencia de felicidad por tener algo propio. Es de las primeras buenas noticias recibidas de una sociedad en la que puede empezar a enterarse y disfrutar.

“Mi compañero trabaja”. No es el compañero impuesto en la celda fría de la cárcel, es el amigo y compañero elegido libremente para reiniciar el camino perdido. Es el apoyo necesario para aprender a vivir en libertad. Es la buena noticia permanente y sin condición.

“Nos ayuda la familia”. Quizá la cárcel fue un tiempo de ausencia o quizá no. Aquello que casi siempre se desea dentro, se convierte fuera en realidad. La familia es la buena noticia siempre acogida y deseada.

“Estamos consiguiendo haber dejado toda la mierda”. Quizá los muros y largos días de la cárcel han sido la primera motivación (así es muchas veces), pero no se fía ciegamente de haberlo conseguido. Por esta razón, la calle se convierte en el verdadero certificado de haber olvidado, no sin esfuerzo, la “mala noticia” que cada día podía ser la búsqueda a veces agresiva e incontrolada de la droga, o de no se sabe qué.

Todas las pequeñas buenas noticias acogidas y logradas han posibilitado la gran buena noticia de disfrutar la libertad: “nos ayuda la familia… hemos cambiado de vida… se nos abren puertas. Pensamos seguir luchando y adelante… fuimos al cementerio… estaba orgullosa de llevarles algo…  antes sólo pensaba en mí…”

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