Evaristo Villar
Ficha técnica: Francia 2008
Dirección: Laurent Cantet
Guionistas: Laurent Cantet, François Bégaudeau y Robin Campillo
Reparto: François Bégaudeau, alumnos y claustro de profesores
Fotografía: Pierre Milon, Catharine Pujol y Georgi Lazarevski
El film está basado en el libro “Entre les murs”, de François Bégaudeau. Un título bien expresivo que se ha traducido al español por “La clase”, lo que, de entrada, priva al film de ese ambiente de “encerrona”, intencionadamente buscado por el autor, al que alude directamente el título francés. El film ha sido “Palma de oro” a la mejor película en el Festival de Cannes 2008.
Se trata originalmente de una novela que, a juicio del propio autor, “se propone describir un año escolar y sus experiencias cotidianas”. Del cúmulo de situaciones reflejadas en el libro, los guionistas entresacan y crean aquellas escenas que mejor reflejan el ambiente que se vive en el aula de un instituto público en el extrarradio de cualquier ciudad importante de Francia. El aula es un verdadero microcosmos que refleja exactamente la diversidad que se vive fuera de los muros. Una diversidad compleja, incrementada por los continuos flujos migratorios, que afecta no solo al plano meramente económico sino también al cultural, moral, administrativo y educativo de la sociedad en que se vive. El aula refleja limpiamente las distintas lógicas, sensibilidades y actitudes que se están dando fuera.
Es fácil adivinar que, en este contexto –con momentos verdaderamente ingeniosos y divertidos de los adolescentes protagonistas- se planteen, indirectamente, múltiples interrogantes que tienen difícil solución, como: qué significa formar parte de una colectividad y cómo llegar a formar parte de la misma; qué papel determinante juega la aceptación (el ser respetad@, aceptad@ y querid@) como punto de partida de un necesario encuentro intercultural; qué función puede desempeñar la escuela como último elemento camino de un imparable e incuestionable mestizaje; el papel del mismo profesor en el proceso de descubrimiento y encuentro entre los adolescentes, etcétera. A este propósito, quienes hayan tenido o estén tratando la experiencia del aula en estos ambientes, se sentirán pronto reflejados en el entusiasmo de François, que inicialmente sorprende a sus mismos alumnos, pero que pronto llega a descubrir que su sentido estricto de la ética se tambalea cuando los adolescentes empiezan a cuestionar sus bienintencionados y respetuosos métodos.
Muchos interrogantes, pues, que surgen espontáneamente ante la pantalla de un film realista y auténtico, casi una joya por la viveza del guión y las innumerables emociones que despierta.