Cristianos de Base de La Rioja.
«¿Creen ustedes que una muchacha apaleada y violada por un hombre celebraría el aniversario de su violación? Supongo que no». Estas palabras —refiriéndose a la celebración del V Centenario— nos las decía María, una joven india quiché de Guatemala, con la que tuvimos la suerte de compartir unas horas en Logroño, los miembros de varias Comunidades y Movimientos Cristianos, hace unos meses, cuando se iniciaban las celebraciones del 92.
María sabía lo que para ella había supuesto verse obligada a aprender un idioma que no era el suyo, a sustituir la vestimenta tradicional de sus antepasados por la de los «países civilizados», a no poder asistir a la escuela por ser niña, a soportar todas las humillaciones a las que como india —además de como mujer y como pobre— le sometían los «ladinos», a salir de su país por ser «revolucionaria».
La pregunta de arriba podría ir acompañada —en ese mismo contexto— por otra que nosotros nos hacemos: «¿Creen ustedes que un apaleador y violador celebraría el aniversario de sus actos?». Y la respuesta podría ser: «Supongo que sí». No falta cinismo en que sea así, pero muchas veces el cinismo es visto como lo más natural.
El encuentro con María, su exposición de la problemática y de las esperanzas actuales de los pueblos indígenas de Abia Yala (lo que nosotros llamamos América), fueron el punto de partida de las actividades —no muchas, la verdad— que la Iglesia de Base riojana ha realizado este año.
En nuestra Comunidad Autónoma no parece que hayan tenido demasiado eco las celebraciones del V Centenario de la invasión (¡perdón: «encuentro de civilizaciones»!) de América, aunque la mitad de los habitantes de La Rioja hayan pasado por la Expo de Sevilla sin asociar demasiado ambos hechos, a pesar de la «casual» coincidencia de planteamientos y de fechas. Tampoco han creado problemas las actividades y pronunciamientos en contra de esas celebraciones; la crisis Económica y la despreocupación por los problemas de los demás han sido suficientes para no suscitar ni grandes amores en favor de la celebración ni grandes desamores en contra de los que nos manifestábamos en sentido contrario.
Hemos tenido la suerte de que entre nosotros hay algunos miembros de Comunidades que recientemente han colaborado durante algún tiempo en América Latina (Nicaragua, Guatemala, El Salvador) a través de cauces de solidaridad diferentes; hay incluso quien ha vivido su compromiso cristiano durante bastantes años de su vida en Centroamérica. Esto ha facilitado nuestra mentalización y el contacto con aquella realidad; por eso, desde el primer momento fuimos críticos con la celebración del V Centenario.
En cuanto a la vertiente pública de nuestra postura, se ha centrado fundamentalmente en tres tipos de acciones:
- Charlas y conferencias.
- Trabajo de información y mentalización en centros escolares.
- Comunicado a la opinión pública.
- Algunas de las charlas las hemos dado nosotros mismos en locales de ayuntamientos, asociaciones culturales y asociaciones de padres de alumnos. Los temas: «500 años de resistencia indígena», «El V Centenario: La historia desde el lado de los vencidos». Además, hemos participado en charlas y actividades organizadas por otros colectivos.
- Como bastantes de nosotros trabajamos en educación, también hemos hecho llegar —cuando se ha podido— nuestro mensaje a alumnos y compañeros de trabajo. En el trabajo con alumnos y padres ha resultado particularmente útil el libro de José I. y María López Vigil «500 Engaños», del que varios capítulos se prestan a algo así como un «teatro leído» en el que varios de los presentes hacen el papel de los diferentes personajes, y después se lleva a cabo un debate que facilita el análisis crítico del pasado y del ahora de América Latina. A este libro hay que añadir el de Gustavo Gutiérrez «Dios o el oro de las Indias», el folleto de Mercedes Sois y José I. González Faus «Textos para el V Centenario» y el de Leonardo Boff «Cómo celebrar el V Centenario», entre otras publicaciones.
- Con ocasión del 12 de octubre, casi todas las Comunidades y la H.O.A.C. hicimos público un manifiesto en la prensa sobre la deuda externa, «como un gesto alternativo a los actos triunfalistas que estamos celebrando con ocasión del V Centenario». Este comunicado también se envió al obispo de la diócesis.
Todo esto, no obstante, es poco, porque los problemas del pueblo continúan con o sin estas celebraciones. Lo más importante, quizás, es que esta toma de postura puede servir para un compromiso más exigente a partir de ahora con todos los pobres de la tierra.
Cristianos de Base de La Rioja