Las CCP de Andalucía contra la expulsión del jesuita Esteban Velázquez

LAS CCP DE ANDALUCÍA CONTRA LA EXPULSIÓN DEL SACERDOTE JESUITA ESTEBAN VELAZQUEZ POR PARTE DEL REINO DE MARRUECOS.

                                                                                                      12 de febrero de 2016

Las personas pertenecientes a las Comunidades Cristianas Populares de Andalucía denunciamos la expulsión del sacerdote jesuita Esteban Velázquez por parte del reino de Marruecos y pedimos la intervención diplomática española para su vuelta a Nador.

El sacerdote jesuita Esteban Velázquez es una persona avezada en situaciones fronterizas de enorme gravedad y tensión, como la guerrilla en El Salvador. Desde hace tres años venía siendo responsable de la Delegación de migraciones del Arzobispado de Tánger en la ciudad de Nador, unos 15 kilómetros al sur de Melilla. El pasado 11 de enero le fue denegada la entrada a Marruecos y se le requisó el permiso de residencia marroquí, del que era titular, cuando intentaba entrar a través de Melilla.

Esteban ha sido silencioso, tenaz e incansable en la defensa de los derechos fundamentales y la atención humanitaria a las personas migrantes y refugiadas que se encuentran en tránsito por el norte de Marruecos como etapa final de su periplo migratorio hacia Europa. También realizaba una importante labor de inclusión social con los jóvenes marroquíes en riesgo de exclusión en la región.

Nos parece enormemente grave esta prohibición de entrada a una persona que destaca por su insobornable defensa de los Derechos Humanos. Y muestra bien a las claras que la monarquía marroquí necesita todavía un largo recorrido para hacer efectivas libertades tan básicas como la religiosa, la de conciencia y la de expresión.

Los colectivos de Comunidades Cristianas Populares de Andalucía, muchos de cuyos miembros  trabajamos por los derechos de las personas migrantes y refugiadas en la Frontera Sur, consideramos que los verdaderos motivos que subyacen a esta expulsión residen en que Esteban era un testigo incómodo. Esteban no ha dudado en dar testimonio de las graves vulneraciones de los derechos humanos de las personas migrantes y refugiadas en Marruecos. Esteban ha sido también rotundo a la hora de señalar a los responsables de estos atropellos sin hacer distinciones, ya sean fuerzas de seguridad marroquíes, españolas o quienes trafican con personas.

Igualmente nos parece inaceptable la absoluta inacción del Gobierno español a la hora de responder ante el trato flagrantemente injusto recibido por parte de uno de sus ciudadanos, mientras se vanagloria de tener una “relación privilegiada” con el gobierno marroquí, al que felicita por su implicación en el “control” de los flujos migratorios por vías de dudosa regularidad internacional.

Finalmente, debemos recordar que las personas desplazadas hasta la zona fronteriza hispanomarroquí lo hacen para defender su derecho a una vida digna. La imposibilidad de acceder a Europa por vías regularizadas provoca una situación crítica, agravada enormemente por la represión de la que son objeto por parte del Estado marroquí. Se añade el agravante de que Marruecos emplea medios proporcionados por la propia Unión Europea, actuando como gendarme exterior de sus fronteras.

El trabajo de Esteban Velázquez y de las personas que colaboran con él únicamente pretende mitigar la enorme penuria que sufren quienes se encuentran entre la represión marroquí y la valla de Melilla en la última etapa de su periplo. Es urgente, por tanto, que la diplomacia española intervenga para que se revoque la prohibición de entrada para Esteban Velázquez y se le permita acceder a Nador para continuar con su tarea humanitaria tan urgente y tan descuidada.

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