Una recensión del último libro de Maalouf por Jesús Bonet
Este nuevo ensayo histórico-sociológico del Premio Príncipe de Asturias de 2010, lo define el propio autor libanés, nacionalizado francés, como “una meditación sobre la época desconcertante que me ha tocado vivir”.
En el libro hace un recorrido por la mayor parte de los acontecimientos mundiales de los últimos cincuenta años, reflexionando sobre su origen, significado y consecuencias. Inicialmente y partiendo de sus propias vivencias, hace un repaso al drama de la descomposición de la cultura árabe (cristiana y musulmana) en el Próximo Oriente, a partir, sobre todo, de la Guerra de los Seis Días, en 1967, que llevó a muchos pueblos a la desesperanza, al sentimiento de humillación, a la pérdida de sentido y, en algunos casos, a la violencia y a la vinculación fanática a la religión como último aglutinante.
También dedica un espacio importante a la evolución del mundo a partir del entorno de 1978-79, momento en que inician sus mandatos M. Thatcher, R. Reagan, Jomeini y Juan Pablo II, figuras que inician la cuesta abajo social por la senda del conservadurismo. Y, junto a lo anterior, habla de la omnipresencia neoliberal de la “mano negra” de A. Smith, de los nacionalismos de identidad tribal, del individualismo generalizado, de las tecnociencias, del poder de las comunicaciones, del armamentismo y, sobre todo, de la crisis ética en todo Occidente.
Maalouf advierte del riesgo de que “la mismísima noción de humanidad, pacientemente construida al hilo de los milenios, quede vacía de sentido”. No obstante, su mensaje final es esperanzador: “Me resulta difícil creer que la humanidad vaya a resignarse dócilmente a la destrucción de todo cuanto ha construido”.
Excelente obra para meditar y comentar.