Poesia: La ciudad ideal.
ANTONIO LÓPEZ BAEZA (De su libro “Lao Tsé y Jesús de Nazaret”)
Vamos a soñar, por un momento, en la ciudad ideal,
aquella en la que a todos nos gustaría vivir.
Sería de no demasiados habitantes,
con el fin de que todos pudieran conocerse y relacionarse.
Sus plazas y edificios
estarían enmarcados en plena naturaleza viva,
con espacios abiertos para el juego de los niños
y lugares comunes para el intercambio y el ocio.
Sus gobernantes serían, ante todo,
educadores en el diálogo y la participación ciudadana
y jamás se prestarían a la explotación de unos a otros.
Aunque existieran carruajes y embarcaciones,
se reduciría su utilización a lo imprescindible comunitario.
Las armas de guerra, heredadas del pasado,
se mostrarían en el museo de antigüedades en desuso.
La transparencia de la palabra dada
sería el único juez y árbitro de los inevitables conflictos.
Serían dichosos sus habitantes,
viviendo en austeridad y moderación,
sin más anhelo de bienestar
que el de vivir en armonía con la Naturaleza propia y envolvente.
Sonreirían en la apacibilidad de sus sencillas moradas,
siempre abiertas y acogedoras de otros en la intimidad familiar.
Sin necesidad de largos y costosos viajes,
tendrían conciencia agradecida de pertenecer al vasto Universo.
Aguardarían la muerte como complimiento feliz de la vida
y morirían dichosos por haber disfrutado en paz de este mundo.
Todos sus habitantes estarían traspasados de respeto
a las fuentes del Ser y al misterio de los Orígenes.
Esa ciudad, ¿puede existir en este mundo?
Este mundo, ¿puede seguir existiendo sin esa ciudad?