Amigos y amigas de Utopía:
El pasado 28 de diciembre, Lucas y yo celebramos nuestro amor ante Dios y la Iglesia. Para nosotros ese día era especial, queríamos comenzar nuestra vida en familia.
Como os decía, ese día era especial, pero no lo fueron menos los días previos. Quisimos compartir los preparativos con nuestras respectivas comunidades y hacerles partícipes de ese momento. Nuestras familias, compañeras y compañeros de trabajos y amigos y amigas estuvieron muy presentes en esos previos.
Cada uno de los momentos de la celebración y de aquel día había sido llevado a la oración, porque queríamos que el Padre estuviese presente. Intuíamos que ya lo estaba y ahora, más si cabe que entonces, sabemos que lo estará durante toda nuestra vida. Siempre nos ha acompañado a ambos, aunque en ocasiones no lo tengamos tan presente, y en esta nueva etapa que comenzamos juntos queremos que sea el centro de nuestra familia.
Si tuviera que explicar lo que viví aquel día y lo que significó y significa este sacramento, utilizaría el consentimiento que preparamos y que quiero compartir con vosotros y vosotras: “Te amo y quiero seguir amándote siempre. Doy gracias a Dios porque te puso en el camino de mi vida y me dio la oportunidad de conocerte y amarte. Quiero aprender a vivir junto a ti y respetarte cada día. Quiero que vivamos con la ilusión y el gozo de la Paz del Padre. Quiero que nuestro amor nos lleve hacia los demás, que seamos estímulo de amor e ilusión y signo de esperanza para quienes nos rodean. Que nuestro estilo de vida sea sencillo y nuestro hogar esté abierto a los demás. Pido al Padre que esté siempre a nuestro lado en las alegrías y en las dificultades como siento que lo está hoy, cuando hacemos nuestro compromiso ante la iglesia”.
Un signo muy importante para nosotros fue el compartir granos de trigo, en el lugar de las arras. Con ellos queríamos significar que nuestra vida en común sea como un pan que se parte y reparte entre los hermanos.
Quiero aprovechar este espacio para agradecer a todos los que compartieron con nosotros el inicio de nuestra familia.
Un fuerte abrazo.
Manmen Castellano
Consejo de redacción