Evaristo Villar/
Comunidad Santo Tomás de Aquino
Ediciones KHAF. 2012. 150 páginas.
Con la presentación de Pedro Casaldáliga y el epílogo de Nicolás Castellanos el libro recoge la historia de la Comunidad Santo Tomás de Aquino desde la inicial Capilla Universitaria en los años 50 hasta la actual Comunidad Santo Tomás de Aquino, pasando por la Parroquia Universitaria (1970), la consolidación de la Parroquia-Comunidad en los tiempos del cardenal Tarancón (1977-79) y la supresión de la Parroquia por el cardenal Suquía (1986) seguida de la expulsión de los locales en los bajos del actual Museo de América en Madrid.
Parroquia-Comunidad en los tiempos del cardenal Tarancón (1977-79) y la supresión de la Parroquia por el cardenal Suquía (1986) seguida de la expulsión de los locales en los bajos del actual Museo de América en Madrid.
Pero, más que la historia cronológica y de ubicación, lo que realmente interesa de este libro es el nacimiento, consolidación y maduración de una comunidad de base desde la luz del Vaticano II.
Tres áreas constituyen los tres pilares sobre los que la comunidad ha ido creciendo:
La formación permanente que, desde el binomio fe y cultura, ha abarcado, en distintas épocas y situaciones, aspectos catequéticos, espacios de reflexión, talleres de trabajo, tertulias, mesas redondas, etc., que, en definitiva, han dotado a la comunidad de una dimensión crítica, madura desde la fe en Jesús.
Dimensión celebrativa, evolucionando hacia una liturgia viva y vivida por toda la comunidad con la preparación de las celebraciones por pequeños grupos y la concienciación de la comunidad como pueblo sacerdotal y su dimensión de sacerdocio comunitario.
Los compromisos colectivos que materializan la mística del compartir con la asunción de determinados proyectos de apoyo, con un seguimiento próximo aunque estén ubicados en otros continentes, con la asunción y profundización en los objetivos del proyecto.
El último capítulo del libro, Una experiencia de liberación abierta al futuro, enuncia los tres retos sobre los que la comunidad encara con optimismo el futuro: Una clarificación permanente de la fe; Una moral liberadora y Una ética de la responsabilidad y la compasión. Desde estas tres dimensiones pretende esta comunidad plantearse con seriedad el interrogante de cómo ser cristianos/as hoy en una sociedad marcada por la pluralidad social, política, moral, cultural y religiosa.
Me parece justo reconocer que este libro no puede dejar indiferente a casi nadie: a los laicos porque podrán descubrir que se puede ser plenamente ciudadano sin tener que renunciar a la fe; a los católicos tradicionales porque podrán descubrir otra forma de ser cristiano, legítima en la Iglesia; y a las Comunidades Cristianas porque podrán reconocer en estas páginas el relato de su propia historia.
Luis Ibáñez