Colaboración: Manipulación de “La Libertad”. Antonio Zugasti.
En castellano hay un viejo refrán: “Dime de qué presumes y te diré de que careces”, que viene como anillo al dedo ahora que las derechas –la extrema y la de siempre– se presentan como ¡¡defensoras de la libertad!! En todo el mundo desde Donald Trump, apoyando a los asaltantes al Capitolio y a los antivacunas, hasta Isabel Díaz Ayuso proclamando “Comunismo o libertad”, las fuerzas de derechas se presentan como los luchadores por la libertad.
Para eso es necesario un olvido total de la historia y una manipulación bárbara de la idea de libertad. Pero lo hacen y parece que no les va mal. Logran poner la imagen de la libertad al servicio de los poderes que más restringen la libertad de los pueblos.
También se ha manipulado a Jesús
Hace poco recordaba la manipulación que ha sufrido la imagen y la doctrina de Jesús de Nazaret, doctrina que es una antítesis radical del capitalismo, pero las clases dirigentes consiguieron deformarla hasta ponerla al servicio de los poderosos de la tierra. Pues una manipulación semejante se pretende hacer con ese ideal humano de la libertad.
Hace mucho, en los tiempos de la dictadura franquista se decía irónicamente: Aquí hay libertad, puedes ser de Madrid o del Atlético. No había otra. Pues ahora son los nostálgicos del franquismo los que se proclaman defensores de la libertad. Isabel Díaz Ayuso ha ampliado esa libertad de optar por un equipo de futbol u otro. Si la votas a ella, puedes optar por tomarte una cerveza o un cubata, un bocadillo de calamares a o un pincho de tortilla… y también puedes ir a los toros… si tienes dinero, claro. ¿Qué más podemos pedir?
La libertad es la dictadura del capitalismo
La llamada a la libertad es muy atractiva para los seres humanos, y esa visión deforme de la libertad llega a calar en una sociedad aturdida por miles de mensajes propagandísticos, informaciones sesgadas y noticias falsas. Uno de los participantes en la denominada Caravana de la libertad, que permaneció en la capital de Canadá, paralizando en gran medida el centro de la ciudad, ha llegado a afirmar: “Moriría en estas calles para que mis hijos y mis nietos tuvieran libertad aquí, al 100%”.
Pero esta derecha, que se proclama gran defensora de la libertad, lo que defiende de verdad es una dictadura del poder económico. Este ha conseguido que las fronteras, cerradas para la mayoría de la humanidad, estén totalmente abiertas para los movimientos de capital. Cualquier gobierno democrático está totalmente condicionado por ese poder económico. El mundo de las finanzas, las grandes multinacionales pueden destrozar la economía de cualquier país que trate de conseguir un reparto más justo de la riqueza.
Dictaduras varias.
La izquierda, es verdad, tiene que lidiar con el gran hándicap que supone la práctica de los países que se presentaron como socialistas, como el socialismo real. Han facilitado que la derecha pueda presentar el comunismo como el gran enemigo de la libertad. Pero la libertad no cayó en la Unión Soviética por tener una economía socialista, sino por un gobierno dictatorial. Dictadura que aparece también en los países capitalistas, sobre todo si el capital se siente amenazado. Dictadura férrea y estructura capitalista fue el franquismo. Por no hablar de la Alemania de Hitler, que se llamaba nacionalsocialista, pero el socialismo no aparecía por ninguna parte, y la gran industria alemana colaboró activamente con el nazismo.
El enemigo de la libertad
Es fundamental una batalla cultural e ideológica para desmontar las grandes mentiras en que se apoya la derecha. El gran enemigo hoy de la libertad no es el comunismo, sino el capitalismo. El capitalismo está detrás de la inmensa mayoría de los golpes de estado que se han dado en el mundo entero, especialmente en América Latina, cuando gobiernos democráticamente elegidos trataban de paliar las enormes diferencias sociales que había en sus países.
“Decir la verdad ya es revolucionario”. Decir la verdad sobre la libertad, liberarnos de la maraña de mentiras con que la derecha trata de ocultar la realidad, es el primer paso hacia una sociedad verdaderamente libre.