FLORECER EN EL YERMO: Leonardo Boff

SAL TERRAE 2006

 Florecer en el yermo lleva como subtítulo, De la crisis de civilización a una revolución radicalmente humana y se articula en cuatro ejes: la crisis de civilización (riesgos y destellos que acompañan a un cambio de época), la revolución (nuevo rumbo abierto a un horizonte preñado de esperanza), la ecología (nuevo modo de ver el universo, todo él interdependiente) y la teología (o toma de conciencia del eslabón radical que liga y religa todas las cosas, sacramentos de la presencia divina).

Temas, aparentemente dispares, pero que Boff mismo se preocupa de aclarar que se trata de “partes orgánicas de un mismo todo”, de un nuevo paradigma de civilización o de “una Humanidad unificada, por primera vez, dentro de la Casa Común, el planeta Tierra”.

Cada eje temático de este hermoso libro -al que no le falta la suficiente información científica, expresada de forma asequible y con brillantez poética- se ubica en su propio campo, explorando sus potencialidades y riesgos. El primero, el de la crisis de civilización, apunta hacia una nueva era y nos pone ante el riesgo de no evitar que las tragedias de hoy acaben en eso, en tragedia. En la revolución, superada la violencia, se descubren los nuevos elementos que ya están apareciendo (principalmente en pueblos emergentes como Brasil). El tercero eje, la ecología, profundo e imaginativo, nos enfrenta no solo a la praxis destructiva del mal llamado “desarrollo sostenible”, sino que nos enseña a mirar el cosmos como un proceso o cosmogénesis permanente, más fruto del “adventus” o anticipación inesperada del futuro que del presente o del pasado. Y, finalmente, en la teología Dios no solo puede detectarse en el “punto Dios” del cerebro, sino que atraviesa todo el ser con su inefable presencia. Todo aparece recapitulado, finalmente, en la maravillosa síntesis del ser humano, “proyecto infinito que reclama un objeto adecuado también infinito: Dios”.

Un sencillo pero muy intenso y rico libro, impregnado de ciencia y teología, expresado en un leguaje claro y atrevidas imágenes poéticas para animar, en tiempos de crisis, la esperanza y la creatividad en la confianza de que el espíritu revolucionario de la especie humana logrará convertir “en flores su penas, y en risas sus infortunios”. 

Evaristo Villar

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