IX Encuentro de CCB de Europa.

IX Encuentro de CCB de Europa.

Luis Ángel Aguilar.

El IX Encuentro Europeo de CCB planteó que escapar del pensamiento único neoliberal

es la única y más justa salida, ante la crisis europea actual.

Bajo el lema, “El Evangelio nos hará libres” las Comunidades Cristianas de Base europeas, reunidas en Buizingen (Bruxelas) este mismo otoño, hemos puesto en común nuestras diversas experiencias, compromisos y respuestas frente al Sistema Neoliberal. Fue en una innovadora parroquia, “Don Bosco”, en la que cada domingo era un grupo quien presidía la eucaristía invitando a participar a todos sus miembros y haciendo realidad esa consigna del Vaticano II de hacer de las parroquias una gran comunidad de comunidades. 30 miembros de las CCP españolas participaron junto a comunidades de 11 regiones de Europa, hasta un total de 150 personas.

Para nosotr@s, el neoliberalismo y el pensamiento único, como formas modernas del capitalismo, son el origen del empobrecimiento y de la muerte de millones de personas y del mismísimo Planeta. Por eso nos recordaba el Papa Francisco aquello de que  “El actual sistema económico es injusto en su raíz y mata”.

El Pensamiento Único, implantado por el sistema,  es responsable de gran parte de los males de la población. En 1995 Ignacio Ramonet lo definió como “…una visión social, una ideología que se pretende exclusiva, natural, incuestionable, que sostiene y apuesta -entre otras- por estas tesis:

1-La hegemonía absoluta de la economía sobre el resto de los planos sociales.
2-El mercado como mano invisible capaz de corregir cualquier tipo de disfunción social.
3-La importancia de la competitividad, cuando lo que dominan son los lobbies y oligopolios.
4-El Mercado libre, un librecambio sin límites.

5-La mundialización, en su acepción económico-financiera.
6-La división mundial del trabajo.
7-La desregulación sistemática de cualquier actividad de carácter social, y
8-La privatización de lo público”

Como creyentes en Jesús de Nazaret estamos convencid@s de que para lograr una salida diferente a esta crisis que nos domina, tenemos la obligación de denunciar esos demonios del capitalismo porque no podemos continuar callando, ni mirando hacia otro lado (“el silencio de los buenos” que tanto temía Martín Luther King), ni aceptando la salida que nos proponen los tecnócratas y capitalistas a costa del sufrimiento de la gente.

El miedo, la desinformación, el control de los mass media, la manipulación del lenguaje y el secuestro de los valores del Reino de Dios, nos adormecen e inmovilizan para no salir de este pensamiento único.

Las alternativas, sin embargo, son claras. Además de no seguir callados ni acomodados en el individualismo burgués, ni refugiados en una espiritualidad relajadora e inmovilizadora, tenemos el deber de recuperar la denuncia profética, la evangélica corrección fraterna y el compromiso para con la causa de los explotados por el Sistema, los desechados a los márgenes; es el mandato que nos da Jesús de Nazaret.

Y desde la Teología de la Liberación, nuestra Misión es luchar por la liberación de los oprimidos, por  la libertad y solidaridad de todos los pueblos, culturas e identidades. Porque nuestra lucha por la erradicación de la pobreza, tiene que devenir ya en una lucha sin cuartel ni tolerancia contra la acumulación de la riqueza y por un mejor reparto de los bienes de este mundo.

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