Ghadi.
Evaristo Villar.
Barrio cristiano de un pequeño pueblo pesquero de Líbano. El film describe brillantemente, entre la tragedia y el humor fino, los artilugios de Leba, profesor de música, para mantener en casa, en familia, contra la exasperación creciente del vecindario, a su hijo Ghadi, con síndrome de Down. Para el barrio, Ghadi, que se pasa las horas muertas sentado en el alféizar de la ventana emitiendo sonidos guturales molestos, es la presencia del demonio; para Leba, que ama tierna y conmovedoramente a su hijo, Ghadi es un Ángel, encarnación del Misterio, capaz de transformar el barrio.
Se trata de un sátira social que nos invita a reflexionar sobre temas siempre universales y de rabiosa actualidad: sobre la tolerancia y la acogida a los diferentes; sobre las limitaciones propias, cuyo ocultamiento utilizamos con frecuencia para culpabilizar de nuestros fracasos a los demás; sobre la fe acrítica y aún ciega en lo misterioso y milagrero con la que amortizamos nuestros miedos y cubrimos nuestros baches y deficiencias. La solución creativa y genial de Leba y sus amigos, sin dejar de jugar con lo milagroso y el engaño, acaba siendo liberadora de la exclusión y de los males que afectan al poblado.
Amin Dora, célebre cineasta libanés, ya fue galardonado en 2010 con un premio Emmy por la dirección de Shakaboot, serie creada para internet. Con éste su primer largometraje, ha recibido diferentes premios internacionales, además de ser galardonada como mejor película y mejor actor por la Academia de Cine de Líbano y presentada por este país a los Oscar de 2014.
