Antonio Zugasti
¿Consideramos que el hecho de que unos seis mil millones de personas sean creyentes de alguna religión es un fenómeno que no merece ser tratado en la escuela?
Entre Espiritualidad Laica y Religión fuera de la Escuela
En la 2ª edición del nº 110 de la Revista Utopía digital aparecen juntos dos artículos sobre el tema de la laicidad. El primero es un documento elaborado por la Comisión de Laicidad de Cristianos/as de Base de Madrid. Es una reflexión con la que estoy muy de acuerdo, trata el tema con mucha profundidad y lo que allí se expone creo que debería ser muy tenido en cuenta, incluso en nuestros análisis sobre la situación política actual. El siguiente es de Europa Laica y lleva por título “Por una escuela pública y laica. Religión fuera de la escuela”. Sobre este artículo quisiera hacer unas observaciones algo más amplias de lo que supone un simple comentario.
Distinción entre Religión y Espiritualidad
En el documento de Cristianos/as de Base aparece claramente una distinción muy importante, la que hay entre religión y espiritualidad. La espiritualidad es algo muy básico en los seres humanos, pero a lo largo de la historia creo que no se le ha prestado una atención específica. No hemos sido educados para la espiritualidad, la idea de espiritualidad nos ha llegado a través de las religiones, y cada una ha difundido su idea de espiritualidad. Si la religión se saca de la escuela ¿desaparece el tema de la espiritualidad? Y, si se toca ese tema, ¿quién y cómo lo propone en la escuela?
Moral y Ética
Con la ética pasa lo mismo que con la espiritualidad. La moral y la ética las aprende cada uno de su religión. Si desaparece la religión de la escuela ¿qué ética se enseña a los alumnos? ¿O se les deja vacío ese campo? Creo que es un tema tan fundamental que no se debería obviar cuando se trata del problema de la religión en la escuela. ¿Nos parece correcto decir: la religión fuera de la escuela, y luego ya veremos lo que hacemos?
No parece posible hacer un cálculo exacto, pero diversas estimaciones coinciden en señalar que en el mundo hay unos seis mil millones de personas seguidoras de las distintas religiones que se dan en la humanidad, y que el número de ateos y agnósticos es de unos mil cien millones de personas. A lo largo de la historia la proporción entre creyentes y no creyentes ha sido todavía mayor a favor de los creyentes, y estas creencias religiosas, con sus luces y sus tremendas sombras, han tenido una enorme importancia en el devenir de la humanidad. En la sociedad plural en que cada vez más vivimos, parece correcto que en la escuela no se adoctrine a los alumnos en una religión concreta. Pero no trabajar con ellos lo que supone el fenómeno religioso dejaría un vacío importante en su conocimiento de la humanidad.
Ideologías con carácter religioso
Por último quiero señalar que, además de las religiones reconocidas como tales, hay ideologías que tienen un claro carácter religioso. En tiempos de la guerra fría se habló bastante del carácter de religión que tenía el comunismo y hoy está muy claro que el capitalismo es la religión dominante en nuestro mundo. De esto se ha hablado en los Congresos de Teología y no me voy a detener ahora en desarrollarlo. El capitalismo acepta convivir con las religiones que no cuestionen sus valores, incluso le viene muy bien una alianza con un cristianismo fundamentalista que ha traicionado totalmente el mensaje de Jesús. Ahora bien, el capitalismo es la negación radical de la espiritualidad y de la ética. El dinero es su dios verdadero, y el individualismo egoísta su moral. Y esta religión flota en el ambiente de nuestra sociedad, se ve, se oye y se respira en todas partes. También en las escuelas, y no hay alumno que esté a salvo de ser adoctrinado en su mentalidad y sus valores.
¿Desde dónde formamos a los niños y adolescentes para hacer frente a la religión capitalista? ¿Tiene Europa Laica alguna respuesta a esta cuestión? ¿Podemos dejar la religión capitalista fuera de la escuela?