Reflexión: Humanizar la política, politizar la sociedad… y votar.

Por LUIS ÁNGEL AGUILAR MONTERO*

@luigiaguilar

Luis A. Aguilar

Si es cierto que hay que “Humanizar la política”, que hay que recuperarla para el fin primigenio de servicio a la cosa pública y a la ciudadanía, si nos creemos aquello de que “La verdad os hará libres” y si, en la actualidad, todo está siendo al revés, ¿qué hacemos? … Una vez más tenemos que creer y trabajar por la esperanza de que “Otro mundo más justo es posible” y, para ello, desde los planteamientos de la Ética y la Política, defendemos que hay que “Politizar la sociedad”, desaprendiendo primero todos los cuentos, farsas y prejuicios con los que los han anestesiado siempre, y más ahora con las “fakes” permanentes, las cloacas del Estado y las mentiras mil veces repetidas, para politizarnos después, en el mejor sentido de la palabra “Política”.

Hasta el Papa Francisco nos decía recientemente que la cristiandad tiene el deber de comprometerse en la sociedad y en la política. A mí me han oído mis hermanicos de las CCP “cienes y cienes de veces” que nosotras y nosotros solemos estar muy comprometidos en multitud de sectores sociales y ciudadanos pero muy poco en los políticos (de partido).  ¿Por qué ahí siempre nos la cogemos con papel de fumar? … Así solía yo quejarme siempre en nuestros encuentros y Asambleas.

¿Que la política es sucia? Toma ya, pues claro, pero ¿por qué?… Pues sencilla y llanamente –y entre otras cosas-  porque, salvo honrosas excepciones, quienes podríamos participar en ella de otra manera (no para medrar, ni para vivir de ella, ni para corromperla…), no solemos hacerlo o duramos muy poquito; y claro, cuando tú no estás para ocupar ese privilegiado espacio de servicio a la sociedad, son otros (y generalmente los más oportunistas) los que lo ocupan y, desde luego, no para defender aquello que tú defenderías. Lo mismo podría decir a la hora de votar, ya que ahora tenemos una nueva oportunidad el 26M y creo que va siendo hora de que no seamos tan tiquismiquis, puritanos, exigentes o más papistas que el Papa y ¡votemos! (además por la izquierda, sin duda, si queremos defender la causa de los pobres en particular y del grueso de la ciudadanía en general, pues el trifachito, en bloque, no fallará y sus políticas ya sabemos a qué amigos, capitales, bancos y sectores apoyan).

Que “involucrarse en la política es una obligación para un cristiano” no es que lo diga yo, sino el hermano Bergoglio. Que “nosotros no podemos jugar a ser Pilatos, ni podemos lavarnos las manos, sino que debemos involucrarnos en la política, porque la política es una de las formas más altas de la caridad”, tampoco lo digo yo, sino el propio Francisco; y que “…la política está sucia, porque el cristiano no se involucra en ella, con espíritu evangélico” ni siquiera son mis palabras, aunque las dijera mil veces, sino del Papa Francisco.

¡Cuántas veces tuve que explicar cómo mis compromisos políticos (sobre todo cuando militaba en Izquierda Unida, o después en Podemos) lo eran para mí desde una exigencia de la Fe en Jesús de Nazaret! Y, sobre todo, cuánto cinismo social no habría cuando normalmente nadie ha cuestionado mucho que los cristianos del OPUS o de la derecha participasen en la política -y hasta controlasen ministerios-, y sin embargo cuánta gente se rasgaba las vestiduras cuando creyentes como Carlos Sánchez Mato, José Antonio Vázquez o yo mismo nos metíamos en ése fango (que no quiere decir que me olvide de las decenas de creyentes de izquierdas, que, sin necesidad de llamarse Alfonso Comín, García  Laviana o Camilo Torres, trabajaron bien comprometidos en ayuntamientos y alcaldías desde su Fe cristiana).

Fue precisamente en el “II Encuentro Podemos Espiritualidad” de 2016, cuando, bajo el lema genérico de “HUMANIZAR LA SOCIEDAD Y LA POLÍTICA”, yo acuñé en mi intervención éste mismo título de “Humanizar la política y politizar la sociedad”, convencido de que ambas tareas son necesarias, visto lo visto, más que nunca.

Y es que estoy tan convencido de que la política precisa de una nueva humanización -¡vaya un descubrimiento, ¿verdad?!-, como de que nosotras y nosotros, en cuanto  sociedad, necesitamos una nueva politización, en el sentido de desintoxicarnos, formarnos, informarnos, saber hacer un contraste crítico de las informaciones y comprometernos, cada quien según sus fuerzas y capacidades;  porque como decíamos en nuestras comunidades hay que ser «activos en la contemplación y contemplativos en la acción».

Otro mundo es posible…

Defiendo, convencido, que humanizar la política es vivirla con vocación de servicio, buscando el mayor bien posible para el mayor número de personas. Pero, a la vez y de manera permanente, creo que cada día es más necesario que nunca “politizar la sociedad” de la manera antes citada y ponerse al servicio de los más desfavorecidos de la sociedad (no sólo hablo de los más empobrecidos, que también) a través de la generación de conciencia crítica colectiva. Hay que politizar la sociedad para transformar la sociedad», he dicho ya en algún momento, y ojalá que lo hiciéramos en la línea de las contribuciones de figuras como Martin Luther King, Mahatma Gandhi, Nelson Mandela, Pepe Mujica o Pili Zabala para asumir la causa de humanizar la política.

PIli Zabala

En esta nueva oportunidad de participar en la política que tenemos con la próxima cita electoral del 26M, empecemos por pensar si la vida de nuestros pueblos y ciudades y la de sus gentes va a ser la misma si votamos a los partidos del frente de derechas -PP y C´s, que harían piña sin inmutarse con la ultraderecha de VOX para gobernar-, que si elegimos las opciones del centro izquierda (PSOE) o de la izquierda de UNIDAS PODEMOS (con IU, Equo, Podemos y diferentes alternativas ciudadanas)…  Ésta es una primera opción de compromiso, ir a votar, aunque siempre haya alguna persona que no nos guste del todo o algún punto del programa que no sea de mi total convicción. Así que no te asusten con falsos radicalismos, ni con descalificaciones interesadas, ni mucho menos con que las promesas que mejoran la vida de la gente no son posibles porque ya te digo yo que “Sí, se puede”.

(*) Luis Ángel Aguilar Montero es miembro de la coordinadora Estatal de las Comunidades Cristianas Populares y autor del blog personal LA TERCA UTOPÍA

1 comentario

  1. Publicado también en Redes Cristianas que se hace eco de ésta reflexión, tras dedicar su editorial a las elecciones.
    http://www.redescristianas.net/reflexionhumanizar-la-politica-politizar-la-sociedad-y-votarluis-a-aguilar/

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