CEAR: elegir entre la maleta o la vida.

CEAR: elegir entre la maleta o la vida.

Luis Pernía Ibáñez.

CCP-Antequera.

       Para aproximarnos al problema de la acogida de los refugiados hemos acudido a CEAR Málaga. CEAR, Comisión Española de Ayuda al Refugiado. Es una ONG que trabaja especialmente con personas que piden refugio y protección internacional en España.

       Tiene la sede en la calle Ollerías, donde disponen de un centro de acogida de 65 plazas. Disponen también de un equipo tanto de voluntarios como de profesionales que trabajan la acogida de manera integral, y no solo trabajan con las personas que vienen al centro, sino con otros solicitantes de asilo que participan en sus programas de formación y empleo, atención jurídica, psicológica, etc.

      El perfil del refugiado que es atendido en el centro es no tener perfil, pues la necesidad de huir para poner a salvo la vida afecta por igual al pobre que al rico. En cuanto a los países de origen, destacan las personas procedentes de Siria y Ucrania.

      Cuando se redacta esta nota no se sabe cuántos refugiados llegarán a Málaga, porque no hay cifra exacta, y en buena parte va a depender de las plazas que se puedan ofrecer. Haciendo un cálculo aproximativo, en Málaga capital se podría atender a más de 100 personas y en la provincia a otras 100.

       Ahora lo importante es localizar instalaciones dignas para acogerlos. Instalaciones adecuadas, porque tenemos que pensar que estas personas vienen para quedarse, ya que los problemas en sus países no tienen fácil solución. Luego vendrá lo más delicado: atención sanitaria, educación de los niños, atención psicológica, trabajo, etc.

       A día de hoy, hay una gran incertidumbre en cuanto al número de personas que lleguen, las fechas de llegada, las plazas disponibles. Por eso, ante tanto desconcierto, CEAR, y en general todas las organizaciones de la Plataforma de solidaridad con los inmigrantes de Málaga, se preguntan: ¿En qué ha quedado eso de “ciudad refugio”? ¿Está pactado el silencio hasta después de las elecciones? Si tenemos 1.700 refugiados en Melilla, ¿por qué no solucionamos esto primero? Si se ha creado una gran ola de solidaridad, ¿por qué ahora tantas reticencias?

      ¿Qué dicen, ante esta situación, CEAR y la Plataforma de solidaridad con los inmigrantes a la que pertenece?

       Urge activar las políticas internacionales de asilo y refugio, dando mayor relevancia a las políticas de reasentamiento y acogida, y considerando “criminales” aquellas políticas de seguridad que blindan fronteras y levantan muros. Hay que desarrollar una nueva política de asilo e inmigración europea en la que se prioricen los derechos humanos, en coherencia con los valores fundacionales de la UE, porque el enfoque de estas políticas es actualmente la seguridad y el control de las fronteras.

      Es necesario que los Estados Europeos abandonen sus discusiones eternas y lleguen a un acuerdo urgente con un enfoque común para la acogida de las personas que ya se encuentran en países de la Unión Europea desbordados en sus capacidades. Todo ello teniendo en cuenta las cifras reales de llegadas (más de 400.000 personas en lo que llevamos de año). Además, es necesaria la aprobación de un mecanismo permanente que permita actuar de forma ágil, coordinada y solidaria en futuras situaciones de emergencia.

      Es preciso poner en marcha unaoperación de rescate y salvamento en el Mediterráneo, con un mandato humanitario claro, que cuente con medios suficientes para cumplir con el deber de socorro y que incluya mecanismos para asegurar la posible solicitud de asilo en frontera.

     Se requieren vías legales y seguras que garanticen el acceso de las personas refugiadas, creando corredores humanitarios que partan de enclaves anteriores a los puntos de partida de la ruta del Mediterráneo Central u Oriental, evitando que tengan que emprender travesías mortales para obtener protección en un país seguro.

     Hay que activar visados humanitarioseliminar la exigencia de visado de tránsito para aquellas personas que proceden de zonas en conflicto.

     Del mismo modo, tenemos que garantizar laposibilidad de pedir asilo en embajadas y consulados en los países de origen y tránsito.

     Hay que insistir en que se haga efectiva laDirectiva Europea de Protección Temporal, en vigor desde 2001 y nacida para dar respuesta precisamente a emergencias humanitarias, activando el mecanismo contemplado para hacer frente a esas emergencias.

     Urge poner en valor  la cooperación internacional. No detraer fondos de la cooperación para “quedar bien” ante esta situación de emergencia. Usar la misma vara de medir para la inmigración que viene del sur.  No estigmatizar al Islam.

      Finalmente, se precisa abordar las causas que provocan estos éxodos y desplazamientos forzados, actuando en los países de origen y de tránsito, criminalizando la fabricación y la exportación de armas.

      Y como organizaciones proinmigrantes, cuando hay que elegir entre la vida o la maleta, denunciar que las fronteras siempre han sido vejatorias y que no hay nadie con autoridad moral para prohibir el paso al pobre, porque emigrar es un derecho humano.

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