Colaboración: La sanidad negocio.

La sanidad negocio.

Antonio Zugasti.

Le llaman sanidad privada, porque el término “privado” suena bien, algo a defender: mi vida privada, mi domicilio privado, mis datos privados… pero el calificativo de sanidad negocio se ajusta mucho más a la realidad. Ninguna empresa monta un hospital con el fin de mejorar la salud de sus pacientes, sino con el deseo de obtener unos beneficios económicos.

En la Comunidad de Madrid se transparenta claramente una política de deterioro de la sanidad pública, con el fin de potenciar la sanidad negocio, esa que se presenta con el inocente calificativo de sanidad privada. El problema es si va a funcionar así mejor la atención a la salud de los madrileños.

Sanidad privada o sanidad negocio

En Estados Unidos tenemos un ejemplo muy claro de cómo funciona la sanidad negocio. Allí  apenas existe sanidad pública, pero tienen un gasto  enorme en sanidad negocio. Estados Unidos gasta más en atención médica que cualquier otra nación: dos veces y media más por persona que el promedio de todos los demás países desarrollados del mundo. Sin embargo, a pesar de los grandes gastos en salud, este país tiene resultados por debajo de los estándares de los países desarrollados. Por ejemplo, Estados Unidos ocupa el puesto 34 en el ranking mundial que mide la mortalidad infantil, muy por debajo de todos los países desarrollados e incluso de algunos países en desarrollo.

Su modelo sanitario está basado en el libre mercado, de manera que el sistema sanitario se gestiona en su totalidad por empresas privadas apoyadas con redes del gobierno. El 16% del Producto Interior Bruto está dedicado a sanidad, el porcentaje más alto del mundo. A pesar de eso se calcula que 45.000 personas mueren cada año por la falta de atención sanitaria. Así mismo la asistencia médica es responsable de más del 60% de las bancarrotas del país.

Parece que allí esto se considera normal. Recuerdo una película de Hollywood que vi hace muchos años. El protagonista era un médico que estaba haciendo con su esposa un viaje turístico por Europa. Pagaba los gastos gracias a lo que había cobrado por la atención médica a uno de sus pacientes. Vamos, cuatro pesetillas de nada.   

Índice HAQ (Cuestionario de evaluación de la salud)

Se ha estimado que en 2013 se gastó un promedio de 8,000 dólares per cápita en atención médica en los EE. UU. En ese momento, Luxemburgo gastaba 4.000 dólares al año per cápita y Gran Bretaña, que la OMS considera el mejor sistema del mundo, asignaba solo 3.600 per cápita. De hecho, con el gasto sanitario norteamericano se podría sufragar a 34 países de la OCDE siendo su población combinada el triple que la de los EE.UU. A pesar de este elevado gasto, el índice HAQ, que mide el impacto de la enfermedad en las actividades de la vida diaria, sólo sitúa a los EE.UU como el vigésimo segundo país en la calidad de la atención médica.

Investigación que no revierte

El predominio total de la Sanidad Negocio hace que EE.UU. invierta miles de millones de dólares que se acaban perdiendo dentro de las múltiples agencias, empresas y seguros privados que lo gestionan, haciendo que éstas se enriquezcan y no llegando la sanidad a los más desfavorecidos. Mientras que el modelo estadounidense siga orientado a la innovación y a la investigación, en lo que está muy avanzado, pero sin mirar hacia una atención comunitaria pública, los malos resultados en los indicadores, y las deudas de las personas enfermas se seguirán sucediendo año tras año.

Pues hacia eso vamos los madrileños y madrileñas, si Isabel Díaz Ayuso, con su política de adelgazamiento de la sanidad pública, sigue de presidenta de la comunidad. 

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