Mi compromiso obrero y cristiano en política.
Nieves Solana Gómez
Militante obrera y cristiana. Concejala del Ayuntamiento de Logroño.
¿Qué es para mí la Política, o mejor, qué es y qué representa la Política para las personas?
La Política es fundamentalmente una práctica y, más concretamente, la práctica del ser humano como ser social, que vive y convive con su entorno a todos los niveles: trabajo, familia, barrio, instituciones…; es decir, en mi opinión, la Política no es otra cosa que todo cuanto hace o deja de hacer el ser humano para responder a su ser social; y no es “algo añadido”, sino algo constitutivo de su propio ser.
La manera de entender la Política es básicamente una cuestión antropológica, es decir, su comprensión está estrechamente vinculada a lo que entendemos que es el ser humano. Según lo que entendamos por lo que está llamada a ser la orientación vital de las personas, así entenderemos la Política. Juan XXIII, en la Encíclica “Pacem in terris”, dice: “Al ser los hombres por naturaleza sociales, deben convivir unos con otros y procurar cada uno el bien de los demás. De ahí se sigue también el que cada uno debe aportar su colaboración generosa para procurar una convivencia civil en la que se respeten los derechos y los deberes con la diligencia y eficacia crecientes”.
Sin embargo, ¿qué es lo que ocurre hoy en nuestra sociedad?
– Un profundo desprestigio de la Política vinculada a la actividad de la gestión de los Partidos, que contrasta enormemente con lo que he descrito como la práctica del ser humano como ser social.
– La reducción del ámbito de la Política al ámbito de las instituciones legislativas, de gobierno y partidos, obviando la realidad social, donde existen multitud de organizaciones sociales de vecinos, padres y madres, ONGS, culturales etc.
– La reducción de los sujetos de la Política, concebida como algo propio de especialistas, de técnicos o de profesionales de la Política, con lo que se va dejando de lado la comprensión de la Política como una práctica propia de todas las personas.
– La reducción de la Política a las formas de organización social, olvidando otra dimensión fundamental e ineludible, la educación y la disposición de las personas para su implicación responsable en lo que a todos nos concierne.
– La reducción de la Política a la organización del poder; predominando la concepción de que la Política es casi exclusivamente la técnica de conquista, ejercicio y conservación del poder, y así se va dejando de lado la comprensión de la Política como el conjunto de prácticas del ser humano dirigidas a organizar y realizar la convivencia social.
Y en estas estábamos cuando llega el movimiento del “15 M” y se llenan las plazas de todo el País, demostrando el despertar de una sociedad que muchos creíamos, si no muerta, muy adormecida. No es éste el espacio para plantear los logros y los fracasos de aquellas movilizaciones, pero a muchos nos llegó un grado de ilusión y esperanza de que algo se está moviendo en este País.
Yo para entonces ya había accedido a la jubilación y estaba planteándome qué hacer, además de lo que hacía. Más aún, no iba a pararme y tirar por “la borda” una vida militante llena de esperanzas y también desilusiones, porque así es la vida. Me afilié a Izquierda Unida y a partir de ahí acepté la propuesta de ir en las listas de esta formación a las primarias, junto con otros compañeros procedentes de “mareas”, partidos, etc., etc. Logramos articular una candidatura, “Cambia Logroño”, que concurrió a las Elecciones Municipales del 24 de mayo y obtuvimos cuatro concejales en una ciudad dominada por la derecha desde siempre. Yo soy una de esos cuatro.
Tenemos un ideal común: la Política como servicio, muy especialmente a los empobrecidos, contando con ellos para mejorar sus condiciones de vida. Uno de los pilares fundamentales es la participación de los vecinos en la toma de decisiones que afectan a sus vidas. Somos asamblearios. Debatimos, a veces con dureza y con contradicciones, pero tenemos que educarnos en lo que significa la implicación en una institución como el Ayuntamiento.
Apenas hemos comenzado a andar, pero vemos el futuro con optimismo y esperanza. Es importante apoyarse en tu familia, partido, etc. Te da fuerzas para ver que no estás sola y recibir también el apoyo colectivo de grupos que creen que otra manera de hacer Política es posible, yendo poco a poco hacia esa utopía que, como dice Labordeta, quizá “ no lleguemos a ver, pero habrá que forzarla para que pueda ser”. Sobre todo, es importante apoyarte en tu Comunidad, en mi caso la HOAC. Este descubrimiento marcó mi vida a los 22 años. Aquí empecé a entender a un Jesús de Nazaret cercano a los explotados y oprimidos de la clase obrera a la cual pertenezco, y también que la fe era y es perfectamente compatible con cualquier organización política y sindical que, desde los valores de justicia y solidaridad, defienda los derechos de los empobrecidos.